Jue. Dic 7th, 2023
Una llamada de teléfono casi a la hora de comer, me anunciaba ir deprisa al Ayuntamiento, el alcalde quería verme.  Una vez allí, me informaba en estos términos, te hemos escogido para que hagas el Pregón de San Bartolo este año.  “Acepto” hablaremos al volver del viaje de Kenia y Mozambique.Tengo que acompañar un equipo de grabación de Canal Extremadura para dar a conocer a donde van parte de los impuestos de los extremeños, en los países mas pobres.”
“Después me voy a Camerún, y estaré casi un mes fuera, así que concretamos cuando regrese. Vale, vale”
Aquí estoy otra vez, y entonces, en que consiste ese pregón, que tengo que hacer. Lo que tu quieras y como quieras….

Pues allá va, coroneles, este es mi pregón para vosotros:

Como todos sabéis, no viajo por placer, sino por trabajo, y mi trabajo es servicio a los más desfavorecidos. Y entre viaje y viaje, canto en la parroquia, con coro, sin coro y como haga falta. La música tranquiliza el espíritu y pacifica el cuerpo cansado o enfermo.  Pues ese es mi pregón por un lado un poema, como peregrino que soy de caminos lejanos pero bellos, y por otro, un canto que haremos todos para saludar a la Virgen y decir Viva San Bartolo. Así el viva es menos ridículo para mí, ya que no me saldría como le salió al pregonero Camborio el año pasado.


“Peregrinos que vais por el mundo llevando un mensaje de paz y de Amor.
Peregrinos sin patria y sin rumbo ¿querríais decirnos en donde aprendisteis el arte divino que cura el dolor?

Eso no se aprende en ninguna escuela, ni en libros de ciencia ni Universidad, eso, amado hermano, lo hemos aprendido en la Gran Escuela de la adversidad.  “

Este poema, de Pedro García Lema esta en el museo del Monasterio de Poio en Pontevedra, ilustra muy bien, como la única gran experiencia del hombre o de la mujer, sólo es fruto de las circunstancias de la vida. Y esas circunstancias, cuanto mas adversas son, más enseñan y más puedes dar a los otros. Sin querer, o mas bien, si aceptas esa cruz, hablando  en términos cristianos, llevas un tesoro contigo que se reparte como caudal a los demás, porque no nos pertenece. Y así podemos compartir el Amor, la tolerancia, el respeto, la paciencia…. Todo un ejercicio saludable que va acumulando más experiencia y agrandando un tesoro, que no se ve, ni se toca, pero que está, y nos llena y da paz a la conciencia.

Permitidme que evoque el recuerdo de la gente de nuestro pueblo que ha vivido muchas de esas adversidades, la gente de antes. Los que celebraban San Bartolo en el Matiné del Cine de Verano, los que al llegar a casa después del baile se lavaban la camisa y el pantalón para salir otro vez por la noche.  A las mujeres que iban a por agua con el cántaro la cabeza y en el cuadril, las que lavaban en el río Zújar, en la Vega el palomar y en el chamorro. Los que iban  a segar y a por leña, los que trillaban el grano y baleaban la paja con el viento en el ejido.  Muchos de ellos ya no están con nosotros, que descansen en paz.

Otros viven esas cruces hoy, en los hijos que están enganchados a la droga, en los que beben y se emborrachan perdiendo el sentido de la vida, los que no tienen trabajo, las familias rotas por las separaciones, la falta de valores…. 

Hemos venido como peregrinos con la Virgen de La Piedad, y ahora está delante de nosotros. ¿Tenéis fe? Aprovechad el momento y rezad, por los que no van a misa, por los difuntos, por los jóvenes, por los enfermos, por las autoridades aquí presentes y por el pueblo de La Coronada. Y que las fiestas que hoy comienzan, sean en paz, que lo pasemos bien, sin despilfarrar y en armonía, como antes lo han hecho quienes nos han precedido en la adversidad.
Y para terminar mi pregón solo queda ensayar un poco esta breve canción: 
 “Los de La Coronada están contentos,
Los de La Coronada están contentos,
Ay Madre mía, están contentos,
Ay Madre mía, están contentos.

Porque Tú has venido hasta su pueblo,
Porque Tú has venido hasta su pueblo,
Ay Madre mía, hasta su pueblo,
Ay Madre mía, hasta su pueblo.

OLE, OLE, OLE Y OLE
Y ellos te reciben todos a tus pies,
Todos a tus pies, todos a tus pies.
Viva San Bartolo, la Virgen también,
La Virgen también, la Virgen también

Mª Victoria López Blázquez
La Coronada 23 de agosto de 2010

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