Buenas noches, querido pueblo de La Coronada. Querido sí pues hace 91 años que nací en él.
Ante todo, un abrazo sincero a las mujeres y hombres de La Coronada , a los que un día la vida llevó a otros lugares pero que esta noche estáis aquí, con nosotros, celebrando nuestras fiestas patronales.
¡Bienvenidos a todos!
Mis respetos a todas las autoridades locales y provinciales, a las personas que voluntariamente trabajan para que el pueblo prospere. Y, sobretodo, a Mª José, la alcaldesa, la primera mujer en la historia de La Coronada que preside la corporación municipal. Una mujer joven, bien preparada, con muchos deseos de trabajar y seguir el ejemplo de su antecesor: José Mari
En esta noche, de fiestas y regocijo, aunque sea brevemente, voy a hablaros un poco de la historia de La Coronada
Cuando las campanas tocaban arrebato, y tocaban y seguían tocando, las gentes se estremecían, todos sabían lo que estaba pasando: había fuego. Fuego en alguna casa del pueblo. No había bomberos, ni agua corriente, pero la gente salía a la calle y corriendo se encaminaban hacia el lugar de donde procedían las llamas. Rápidamente se organizaban: mujeres, hombres y niños. Todo el que medio podía aportar algo para su cese lo hacía. Sacaban el agua de los pozos más cercanos, fueran públicos o privados y en grandes colas, con vasijas llenas de agua, se apresuraban a llevarlas a los que directamente participaban en apagar el fuego.
Una vez logrado este objetivo… todos cansados y emocionados había risas, había llanto, había abrazos, los unos con los otros…
Había la SOLIDARIDAD de un pueblo.
Sí, queridos paisanos, en estos tiempos de LAS REDES SOCIALES, DE INTERNET Y DE LO GLOBAL, no olvidéis este principio básico.
Cuando en la España del 36 se luchaba, en la horrible guerra civil que sufrimos los españoles, llegaban al pueblo gentes de otros lugares. Venían buscando un oasis en el desierto y La Coronada abrió sus puertas, de par en par, para acoger a todo el que llegaba.
Los hombres, que en aquellos tiempos difíciles gobernaban el pueblo, no se fijaban en ideologías políticas, sólo en el ser humano: EL SER HUMANO QUE BUSCABA COBIJO.
El nombre de La Coronada está escrito en letras de oro en la historia de España. Fue uno de los pocos pueblos en los que durante la guerra no se derramó ni una gota de sangre
Estamos ante un cambio cultural y tecnológico, tan fuerte, que va a transformarlo todo a nivel global.
Yo deseo que no cambien los valores de nuestro querido pueblo: la moral, la solidaridad, la fraternidad: los valores que aprendimos de nuestros padres y nuestros abuelos.
Os pido que luchéis para que esos cambios traigan más trabajo y bienestar a La Coronada. Y ¡A trabajar! para que nuestros jóvenes puedan seguir en su entorno, en Extremadura, en La Coronada.
¡Avanza Coronada…, camina, no te detengas… !
Y ESTE RUEGO VA, ESPECIALMENTE, A NUESTRA PATRONA, A LA MADRE DE TODOS:
¡Oh virgen de la Piedad!
Nuestra guía nuestro bien
Patrona de La Coronada
Aquí estamos a tus pies
Es tu pueblo Virgen Santa
El que clama tu piedad
El que espera tus favores
Con fe y sin desmayar
Socorre a los desvalidos
A los que ausentes están
A enfermos y afligidos
Oh madre de la Piedad
Perdona nuestras ofensas
Y haz que crezca nuestra fe
Y tu pueblo aquí te pide
No olvidarte y serte fiel
Bendícenos pues María
Bendice a La Coronada
A los que en ti confían
Y Patrona te proclama.
¡VIVA LA CORONADA!