PRIMER PREMIO DE POESÍA EN LA CATEGORÍA INFANTIL
TÍTULO: EL GORILA Y LA CABRA
AUTOR: JOSÉ MANUEL MALDONADO MUÑOZ
EL GORILA Y LA CABRA
Un cuento os voy a contar
que os va gustar:
El Gorila trepa que trepa
llegó a la cima.
La Cabra que le grita, grita
le dice ¿dónde estabas?
Y el Gorila le contesta
¡comiendo bananas!
La Cabra le habla
de su amiga la vaca.
El Gorila le habla
de su amiga la gata.
Y así pasan el día
el Gorila y la Cabra.
PRIMER PREMIO DE POESÍA EN LA CATEGORÍA JUVENIL
TÍTULO: EL CAMPO VERDE
AUTORA: CELESTE POZO HORRILO
EL CAMPO VERDE
En el campo verde
cantaba el canario
mirando a las flores
de muchos colores.
En el campo verde
los niños jugaban
con mucha alegría
y con globos de agua.
Es muy agradable
sentarse en el campo
mirando a las flores
de muchos colores.
PRIMER PREMIO DE POESÍA EN LA CATEGORÍA DE ADULTO
TÍTULO: AÑORANZA
AUTOR: MANUEL MUÑOZ RIVERA
AÑORANZA
Ya te busqué antes de que nacieras,
y te quería ya sin conocerte.
El destino te puso en mi camino,
me castigó sin verte ni tenerte.
Contento está de saberte contenta
mi otro yo que envuelve el caramelo.
¡Que seas feliz allá donde hayas ido!,
en el lugar que para ti es el cielo.
Parte de mi se muere con tu ausencia,
en soledad vomito mi amargura.
Si mis lágrimas lucen invisibles,
mi alma llora jirones de dulzura.
Te extraño desde antes que te fueras,
te veo en las rosas que florecen,
te canto mil canciones en silencio
que adormecen mi ser y me ensordecen.
Te noto aún cercana en la distancia,
te añoro en mi turbia irrealidad,
tan bella en mi mundo de fealdades…
Tan mía en mi necia necedad…
Y no encuentran alivio mis heridas,
pues no hay hilo de amor para coserlas,
ni aguja que enhebre este amor mío,
ni cuerpo real donde ponerlas.
PRIMER PREMIO DE NARRACIÓN EN LA CATEGORÍA JUVENIL
TÍTULO: VIAJES REGALADOS
AUTORA: EVA HORRILLO SÁNCHEZ
VIAJES REGALADOS
Capítulo 1: Un regalo muy raro.
Leonor era una chica de pelo negro como el azabache, una piel igual de blanca que la nieve y unos ojos expresivos y azules cielo.
Hoy se levantó muy feliz debido a que era su cumpleaños.
-¡Feliz cumpleaños!-la felicitaron su padre y su madre, mientras su hermano, Lucas, sopló el matasuegras haciendo que sonase.
-Toma.-Lucas le entregó un paquete envuelto en papel brillante de color malva con una gran cinta añil hecha un lazo. Lo abrió dejando ver unas zapatillas deportivas nuevas.
-Gracias.
-Es de tu tío Antonio.-le informó su madre. Eso le preocupaba a Leonor, los regalos de su tío eran raros para ella. Lo abrió.
Cuando Leonor lo vio se le salían los ojos de las órbitas. ¡Un chisme raro sin utilidad!
-Bueno, ¿quién quiere tarta?-el padre de Leonor rompió el incómodo silencio que se había formado.
-Yo.-dijo Lucas levantando la mano.
Capítulo 2: Alex.
Tras probar la tarta, Leonor, subió a su habitación.
Observó el chisme que le había regalado su tío. El tío de Leonor era inventor, desde pequeño se lo tenía pensado, aunque la gente le decía que no lo lograría. Pero su ambición era extensa y logró ser lo que quería.
Tenía dos botones, uno naranja y otro, verde.
Pulsó un botón al azar, el verde. Y apareció un chico alto, de cabello negro-igual que el de Leonor-con el flequillo a un lado y unos ojos verdes esmeralda.
Y de su edad, más o menos.
Leonor, temerosa, levantó la mano dispuesta a tocarlo. El chico hizo la misma acción que la chica. Se tocaron y apartaron sus manos, era humano como ella.
-Dime que mi tío no te ha metido ahí.
-Tu tío me ha metido en tu transportador.-una sonrisa se coló en el rostro del chico.
– Me llamo Leonor.-dijo-¿Cómo te llamas?
-Alex.-respondió-Cambiando de tema, ¿lista para tus cinco viajes?
-¿Qué viajes?
-Los que tu tío te ha regalado.-le explicó.
Leonor, sorprendida, miró el transportador.
-Deja de flipar y vámonos.-Alex pulsó el botón naranja.
Capítulo 3: Perdidos en Egipto.
Ambos chicos aparecieron en un río. Miraron a su alrededor y se detuvieron cuando vieron que no había nada. Solo arena.
-¿Se puede saber dónde estamos?-preguntó Leonor.
-No lo sé.-respondió Alex mirando a todos lados.
-Exploremos.-Leonor se fue alejando del río.
Subieron altas colinas de arena, a pesar del calor insoportable que hacía allí, corrieron y cuando Leonor divisó algo en la lejanía, se detuvieron. Aquello era…¿Una pirámide?
-Alex.-le llamó.
-¿Qué?-preguntó abanicándose.
-Hemos visto un río y he visto una pirámide, eso quiere decir…-Alex la interrumpió.
-Hemos visto el río Nilo, estamos en un desierto, has encontrado una pirámide-hizo una pausa-, eso quiere decir que estamos en Egipto, África.-completó.
-Exacto.
Leonor pulsó el botón naranja y fueron transportados a otro sitio.
Capítulo 4: Los cerezos en flor de Japón.
-¡Cerezos en flor!-gritó Leonor, feliz. Estaban en un parque lleno de cerezos en flor.
-¿No has visto nunca cerezos así?-le señaló aquellos árboles.
-No.
Leonor corrió a un banco que estaba debajo de un gran cerezo.
Alex la siguió.
-Me gustan los parques.-dijo Alex-Es mi sitio de relajación.
-A mí también me gustan.-Leonor le miró cuando Alex le puso un pétalo en la cabeza-¡Eh!
Empezaron a ponerse en la cabeza todos los pétalos que veían.
-¿Te gusta Japón?-preguntó Alex.
-Sí, ¿por qué me lo preguntas?
-Porque estamos en Japón.
-Asia.-dijeron ambos al unísono.
Leonor pulsó de nuevo el botón.
Capítulo 5: Una torre del reloj.
Cuando llegaron estaba lloviendo a cántaros y se encontraban sobre un puente de piedra. Leonor se puso su capucha, en cuanto Alex no tenía y tuvo que dignarse a estar empapándose.
-¿Dónde estamos?-preguntó Alex.
-Se supone que deberías saberlo tú-dijo.
Miraron, hasta se tuvieron que limpiar bien los ojos para asegurarse de que no era mentira lo que veían era cierto.
El famosísimo Big Ben enfrente de ellos.
-Ojalá tuviera mi cámara de fotos.
-Ya te digo-dijo Alex apartándose el flequillo.
-De cerca y en persona es más bonito.-Leonor se quitó las gotas de lluvia, que estaban en su cara, con la manga.
-Vámonos.-dijo Alex apartando la mirada.
-Sí.
Leonor pulsó el botón para irse de Londres y aparecer en otro lugar.
Capítulo 6: Amanecer en Australia.
-Quedémonos a ver el amanecer.-propuso Alex. A Leonor le pareció buena idea.
Estaban en una playa contemplando como amanecía.
Ver como el Sol saludaba para dar comienzo a un nuevo día. A Leonor se le escapó un bostezo.
-Tienes sueño, ¿verdad?-le preguntó Alex.
-Puedo aguantar.-respondió. A Leonor no le sorprendía tener sueño estuvieron toda la noche corriendo por la ciudad para saber que estaban en Sidney, Australia.
-Si tienes sueño descansa.
-No me apetece.
-Pero…-le interrumpió.
-Nada de peros, no eres mi padre.-se quejó. Alex rodó los ojos.
El amanecer era relajante, el sonido de las olas chocar con los acantilados era muy relajante o también, las suaves brisas marinas.
-Alex.
-¿Qué?
-¿Qué… pasará cuando se terminen los viajes?-se atrevió a preguntar.
-Pues… Yo…-tartamudeó-Yo me iré.
Leonor sintió un nudo en la garganta. Pensar que él desaparecería y no lo volvería a ver. Alex la había acompañado durante aquellos fantásticos viajes.
Ella lo tenía como un amigo-aparte de que no tenía muchos-.
-¿Eres real?-fue lo único que se le ocurrió decir. Él asintió.-No quiero que desaparezcas, no te volvería a ver.
-Yo tampoco te volveré a ver… Pero seguimos siendo amigos, porque desaparezca no quiere decir que no esté donde tú estés. Siempre estaré aunque no me vuelvas a ver.-le dijo.
La chica le abrazó con todas sus fuerzas. Alex no sabía de qué manera reaccionar así que, también le dio un abrazo.
-Vamos a por el último viaje.-susurró.
Leonor se separó y pulsó el botón.
Capítulo 7: Espectáculo en San Francisco.
Esta vez fueron transportados al centro de una ciudad.
Cuando Leonor se disponía a hablar, Alex se adelantó.
-Lo primero sé donde estamos, segundo le guardé para el final y tercero es una sorpresa.-ambos sonrieron.
Alex le guió a una playa y cogieron un bote.
-¿Cuál es esa sorpresa?-le preguntó.
-Si te lo dijese ya no sería una sorpresa.-levantó ambas cejas, mientras remaba.-Tápate los ojos-ordenó. Leonor obedeció a lo que le dijo el chico.-Y…¡Ábrelos!
Aquello era inexplicable. Un montón de luces adornaban un puente de color rojo, más conocido como el Golden Gate.
-¡Sorpresa!-gritó.
-¿Sorpresa? Dirás sorpresón-gritó, entusiasmada.
Aquello era un espectáculo.
-Gracias, tú y mi tío me habéis hecho el mejor cumpleaños.
-De nada.
-Ojalá todo fuese un sueño y no tuvieses que marcharte.-le dijo.
-Si esto hubiera sido un sueño, no nos hubiésemos conocido.
Le abrazó fuertemente.
-Te echaré de menos.
-Y yo a ti.
Se separó. Miró el transportador.
-¿Lista?-le preguntó. Leonor suspiró.
-Lista-respondió. Pulsó el botón y todo se tornó negro.
Capítulo 8: El reencuentro.
Abrió los ojos para acostumbrarse a la luz que se entraba por su ventana.
Leonor se encontraba sobre su cama.
Miró que el transportador no estaba en ningún lado.
Todo aquello había sido un estúpido sueño, no había viajado a ninguna de esos fantásticos lugares, en los que Alex la había acompañado.
Nada de aquello fue real, ni siquiera su nuevo amigo.
Salió de casa para caminar y reflexionar.
Horas y horas llevaba Leonor caminando sin rumbo alguno.
Se detuvo en un parque, el cual era extenso, con muchos árboles y bancos de color blanco y dispersos por la extensión.
Ella se sentó en uno de ellos. Fijó su mirada al suelo, mientras jugaba con sus dedos.
-Leonor.-escuchó su nombre. Aquella voz le resultaba familiar.
Alzó la mirada y vio al dueño de la voz… ¿Alex?
-¿Alex?-se levantó del banco y se dirigió hacia él-Me dijiste que no nos volveríamos a ver.
-Dije, pero nos hemos vuelto a encontrar.-sonrió.
-Entonces… Esto es un reencuentro.
-Se ve que sí.
Leonor sonrió y abrazó a su amigo.
-Felicidades atrasada.-dijo.
-Gracias.
FIN…