“Un año más, todos los coroneles acogemos y vivimos las fiestas del carnaval con la verdadera alegría y el entusiasmo que este tiempo requiere.
Los carnavales son, desde muy antiguo, las fiestas más alegres y desenfadadas del calendario: murgas, disfraces y estudiantinas, llenan de ilusión con sus cantos y parodias los días precedentes a la Cuaresma.
Cuando me propusieron ser la pregonera de estos CARNAVALES, no sé lo que me entró por el cuerpo: alegría por haberse acordado de mi ; un poquito de miedo de ponerme sola delante de todo el mundo a explicarme. Pero de lo que si estaba segura era de que yo he disfrutado toda mi vida con estas fiestas, tanto como la que más.
Desde hace muchos años, he participado en las estudiantinas, me he ilusionado con la elección de los disfraces, con los ensayos de pasacalles y canciones.
Las cosas han ido cambiando: unos años hemos sido un grupo más numeroso, otras veces hemos tenido menos dinero, pero lo que si tenemos claro todos los que participamos de estos días es que formamos una verdadera familia, una cuadrilla de amigos y amigas que cantan, bailan, discuten, se enfadan, se contentan ; en fin como en todas las cuadrillas.
Pero lo que no puedo negar es que lo que más me gusta del mundo es salir el domingo de Carnavales con mi traje, bien peinada y bien pintada animando a todo el mundo a que participe.
No me canso de bailar y cantar, y disfruto como una niña cuando llegamos por la tarde al cruce de banderas con las otras estudiantinas.
Siempre hay piques entre barrios: que si este traje es más vistoso, que si el otro está muy conseguido, que si este es más caro, que si estos van muy graciosos ; pero esos piques no son malos, al contrario, nos animan a cada año hacerlo mejor.
Este año, la verdad es que la crisis nos tiene a todos “achuchaítos”, pero por eso tenemos que salir más que nunca. Hay que ponerle al mal tiempo buena cara, si de todas maneras, a un pobre no hay quien le arruine.
Por eso quiero animar a todos los coroneles y coronelas a que se disfracen, que disfruten, canten y bailen, que espanten las penas y acompañen estas fiestas hasta que enterremos a Doña Sardina en el Parque de la Laguna.
No podemos dejar que se pierda esta tradición tan bonita y tan coronela y llenemos las calles de canciones, disfraces y buen humor.
Gracias a todos y todas y, por supuesto al Ayuntamiento por acordarse de mi para este pregón y
¡! Qué paséis un feliz Carnaval ¡!
¡VIVA EL CARNAVAL!
Acto seguido se recorrieron algunas calles de la localidad con un desfile de lo más carnavalero. Una colorida carroza guiaba y animaba al nutrido y variado grupo de disfrazados dispuestos a compartir diversión con todos los vecinos y visitantes.
En la nave multiusos de la Alberca, tuvo lugar el concurso de disfraces que el Ayuntamiento tenía convocado. Ante más de un centenar de personas iban desfilando los participantes en sus distintas categorías, y los que se llevaron la mayor ovación popular por su vestuario, vistosidad y puesta en escena fue, “El musical del Rey León” cuyo jurado no tuvo ninguna duda en la adjudicación del premio al mejor grupo caracterizado en adultos.
Ayer lunes, tuvo lugar en los bajos del antiguo centro médico, y organizado por las monitoras socioculturales, un taller de “máscaras de carnaval” para l@s más pequeños.
Hoy martes, el velatorio, el entierro, la quemada y la posterior de-gustación de la sardina, ponen el punto y final a unas fiestas que han conseguido aparcar (para much@s), los problemas y la rutina que ocupa nuestro día a día.